Nota 159: Profitability+. Situación actual
Como ya sabéis, el pasado día 21 se terminó el periodo de consultas del proceso de despido colectivo iniciado por Ericsson. No se alcanzó un acuerdo con la representación de los trabajadores.
Se ha dicho mucho estos días en comunicados y asambleas por los diferentes sindicatos, considerando en muchos casos un desastre que se haya llegado al final del periodo de consultas sin acuerdo y culpabilizando a otros sindicatos de lo ocurrido. Desde CGT consideramos que la falta de acuerdo es la consecuencia lógica de una actitud responsable de la representación de los trabajadores ante unos despidos injustificados y la inflexibilidad empresarial para ofrecer unas condiciones dignas o dar opción a medidas alternativas a los despidos.
No obstante, parece que algunas fuerzas sindicales, obviando las posiciones mantenidas anteriormente, consideran que deberían haberse plegado a los deseos empresariales como han hecho siempre y, como un mal menor, aceptar los despidos de 186 compañeros con condiciones peores que en casos anteriores, y a sabiendas que en una gran parte no aceptarían sus despidos de forma voluntarias. CGT considera que los despidos son la última opción. Por ello hemos mantenido una línea congruente proponiendo medidas de todo tipo para minimizar estos despidos (planes de empleo a largo plazo, rotaciones, homogeneización de plantillas, reducción de costes, sustitución de personal externo, reducción de jornada y promoción de las desvinculaciones voluntarias) obteniendo de forma persistente la negativa de la empresa.
Se nos ha acusado de hacer propuestas inaceptables aunque en la comparativa que nos presentó la dirección sobre los costes de las prejubilaciones propuestas por los diferentes sindicatos (antes del último día de negociación) se mostraba claramente que la propuesta de CGT, aun siendo atractiva, era la más realista que se había presentado. La propuesta de CGT incrementaba, según la empresa, un 26% el coste sobre las del ERE del 2013, mientras la de CCOO/UGT lo incrementaba el 29% y la de STC el 36%. (Por desgracia esta comparativa no podemos distribuirla pues la dirección la consideró, por algún motivo extraño, confidencial).
No obstante esté cálculo se realizó sobre la cuarta propuesta de CGT, y en el propio día 21 se realizaron cuatro más que evidentemente reducirían este coste. Pero en el mundo de las cifras no hay magia y os preguntareis ¿Cómo con el mismo coste se pueden ofrecer condiciones más ventajosas? Pues la respuesta es sencilla: mediante una mejor distribución del dinero disponible. Desde CGT hemos considerado siempre vital el que lo que nosotros denominamos indemnizaciones diferidas en el tiempo (prejubilaciones y planes de rentas) estén disponibles para el mayor número de trabajadores posibles, y esto lo conseguimos reduciendo las edades y antigüedades necesarias para acceder a ellas y limitando las percepciones máximas.
También se nos ha acusado en repetidas ocasiones desde otras secciones sindicales de haber propuesto una reducción de sueldo, lo que no es cierto. Desde CGT se propuso, entre otra serie de medidas, la posibilidad de que los trabajadores que así lo desearan, pudieran solicitar reducir jornada o pasar su contrato a uno a tiempo parcial. Obviamente, la reducción de jornada llevaría en todo caso aparejada una reducción equivalente de sueldo, como no puede ser de otra forma. Interpretar esta propuesta como una reducción de sueldo para que luego nos despidan más barato denota, como mínimo, mala comprensión de la medida.
Finalmente, se nos ha acusado de ser inflexibles en aceptar cualquier despido no voluntario y es cierto, no admitimos ningún despido no voluntario injustificado sin que se haya intentado evitarlo de una forma seria. Es por eso que propusimos, en la mediación previa a la huelga, que el procedimiento de despidos se dividiera en dos fases. Una primera fase voluntaria, y posteriormente un periodo hasta final de año que permitiera resolver posibles excedentes de plantilla identificados que no se hubieran resuelto de forma voluntaria, en la creencia que este tiempo habría servido para realizar las rotaciones necesarias o adaptar a los trabajadores a las necesidades de la empresa. En la última propuesta de CGT se consideraba la posibilidad de realizar despidos obligatorios en el caso de que no se hubieran resuelto las situaciones mediante rotaciones a final de año. Estas medidas no fueron siquiera consideradas por la Dirección.
Sentimos haber tenido que oír estas acusaciones, no sólo de la empresa sino de otras fuerzas sindicales, que parecen estar luchando entre la incapacidad de sobrellevar la presión de actuar conforme a lo que piensan y la oportunidad de utilizar el ataque a los demás con fines electoralistas. Nosotros, podemos haber tomado decisiones más o menos acertadas, pero pensamos que, a la vista de lo que hemos ido documentando en este proceso, hemos mantenido posiciones congruentes hasta el final.
El viernes día 22 la empresa procedió a presentar la documentación relativa a este procedimiento ante la autoridad laboral. En ese momento también se comunicó a los representantes y a los trabajadores.
El lunes día 25 de mayo la empresa abrió el plazo voluntario, que durará hasta el día 5 de junio. Ese mismo día se nos comunicó que el periodo voluntario para las unidades de ITTE y SSCO se extendería hasta Q1-2016, por lo que abrirá el periodo de adscripciones voluntarias a fines del 2015. El día 27 se informó de que se darían sesiones informativas en relación a los planes de prejubilación el jueves 28 de mayo. El mismo 28 de mayo la empresa nos comunicó que iba a extender la posibilidad de adscripción voluntaria a las unidades no afectadas dentro de los centros de trabajo afectados, pero sujeto a la posible rotación de trabajadores de las unidades afectadas a las posiciones que quedasen vacantes. Una vez más la dirección nos muestra su falta de coherencia cuando retrasa el plan voluntario para 58 trabajadores afectados permitiéndoles, como solicitábamos, extender la posibilidad de resolver su situación mediante rotaciones.
El propio 28 de mayo tuvimos la reunión perceptiva con el Inspector de Trabajo asignado a este procedimiento, que deberá emitir un informe durante los próximos días. En esta comparecencia hemos informado al Inspector sobre las deficiencias detectadas, sobre todo en cuanto a la omisión de información relevante para justificar las causas, las dificultades creadas por la empresa en el periodo de negociación y la falta de consideración de las últimas propuestas sociales, lo que muestra a nuestro entender una clara mala fe empresarial.
La última oferta condicionada que presentó la empresa (con la ayuda de algunos sindicatos) parece que está teniendo repercusión en alguno de los trabajadores que se sienten directamente afectados por la decisión de no aceptar un acuerdo en estas condiciones. Entendemos la frustración de estos compañeros, sobre todos los compañeros que tienen justo 53 años (y al menos 17 años de antigüedad), los cuales cumplirían las condiciones de prejubilación. Según nuestras cuentas, son 38 compañeros en las unidades afectadas. Más otros 7 compañeros en las unidades no afectadas. Pero a todos ellos debemos hacerles ver que no podemos comprometer las posibilidades de revertir los despidos, y firmar el acuerdo nos impide demandar. La gran mayoría de los 186 trabajadores que serán despedidos quedarán en situación precaria. Nosotros tenemos la obligación de velar por las mejores condiciones para todos y creemos que nuestra decisión está basada en este compromiso. Es una decisión compleja y, somos conscientes de ello, controvertida.
Ciertamente, tenemos pocas esperanzas en que la empresa permita una salida negociada, permitiendo resolver los posibles remanentes después del periodo voluntario por medio de rotaciones, antes de recurrir a los despidos traumáticos. Por supuesto si Ericsson reconsidera esta actitud, siempre nos encontrarán dispuestos a negociar.
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