Un buen bono en época de despidos
El bono de 2018 ha sido, en líneas generales, un buen bono, superando para la mayoría de los empleados el 100% de consecución global, con objetivos individuales en strech.
No se explica sin embargo cómo, viviendo Ericsson una situación de bonanza económica, se siga apostando por los despidos en lugar de por la rotación.
Mientras los más jóvenes dejan la compañía ante la falta de expectativas de evolución en su carrera profesional, los más mayores y experimentados son despedidos como parte de la política que la Empresa sigue con este colectivo, buscando reducción de costes salariales y rejuvenecimiento de la plantilla. El resultado: una plantilla con mucha renovación, pero escasa experiencia.
Con una política de rotación, apostando por los empleados, y un plan de salidas voluntario atractivo, se conseguiría aumentar la confianza e implicación de los trabajadores, mantener la experiencia y renovar la plantilla con la reducción de costes salariales que la Empresa busca.