El otro ERE
La política de continuos EREs tiene implicaciones más allá de las cifras oficiales. Nos referimos a los compañeros que dejan la compañía sin indemnización. Suelen ser voluntarios en un ERE que, tras ser vetados, deciden seguir adelante y dejar la Empresa.
Son muchos los compañeros que han dejado Ericsson desde que, a finales de octubre de 2017, empezó el proceso del ERE. En total, según nuestros cálculos, 242 empleados (174 de EEM y 68 de ENI).
Según la información que nos ha proporcionado la Empresa, hasta finales de enero de 2018 han salido adscritos al ERE 205 empleados entre voluntarios y forzosos (139 de EEM y 66 de ENI). Por tanto, 37 compañeros (242-205) han dejado la compañía en este mismo período fuera del ERE. La mayoría se apuntaron al ERE, fueron vetados y, aun así, decidieron marcharse.
Es indignante que en EEM, con 44 salidas forzosas en el ERE, haya habido 35 bajas voluntarias fuera del ERE en el mismo período y un número indeterminado de voluntarios vetados que continúan en la Empresa. ¿Cuántas salidas forzosas hubieran podido evitarse de no vetar a los voluntarios, tal como defendemos en CGT? Nunca sabremos el número exacto pero, con una sola salida que se hubiera evitado, el esfuerzo hubiera merecido la pena. Lamentablemente, la Dirección no parece pensar lo mismo.