Nota 167: Comisión de igualdad. Por qué no se firmó el acuerdo de constitución
Comisión de igualdad. Por qué no se firmó el acuerdo de constitución
El día 9 de septiembre tuvo lugar la primera reunión para la constitución de la comisión de igualdad de EEM.
Previo a la reunión la empresa envió a las fuerzas sindicales un borrador del acta de constitución de la comisión con un listado preliminar de acuerdos. En el borrador se establecía la presencia de un experto por fuerza sindical, punto que fue rechazado por CGT al no estar alineado con los principios de la Comisión de Igualdad el contar con expertos que puedan obedecer a intereses externos.
Desde CGT no nos oponemos a la presencia puntual de expertos, incluso consideramos que pueden ser imprescindibles en ciertas circunstancias, pero no podemos estar de acuerdo en un modo de funcionamiento que no garantice el máximo valor para las personas que representamos. A este respecto, no creemos adecuado que nos metan de forma permanente en nuestra propia casa a gente con intereses poco claros ni que temas extremadamente confidenciales que se tratarán en esta comisión salgan fuera de nuestro ámbito.
Nuestra propuesta es la de contar con expertos o asesores externos solamente cuando se considere necesario, pudiendo contar así con expertos en inclusión social, salud, derecho, violencia de género, servicios sociales o cualquier otra área o especialidad, previo acuerdo y aprobación por la mayoría de la comisión y exclusivamente para cubrir la necesidad para la cual se solicitó su presencia.
La selección del experto debe tener como objetivo el asegurar la mejor resolución al problema afrontado por la comisión de igualdad y con el deber de confidencialidad sobre la información que se trata, y en ese sentido va dirigida la propuesta de CGT.
Que la empresa incluyese esto en el borrador y que CC.OO. y UGT ya fuesen conocedores de antemano es otra muestra más del favoritismo y conchaveo de la empresa con aquellas fuerzas sindicales más afines a sus intereses, intentando imponer los deseos de la minoría a la mayoría, debilitando la defensa de los intereses de plantilla y haciendo recaer nuevamente la acusación de no unidad a la mayoría cuando las decisiones no están alineadas con los intereses de los que están en minoría.