ERE
El Supremo desestima el recurso contra el ERE 2017
La Sala de lo Social del Tribunal Supremo dictó sentencia por el recurso de casación interpuesto por CGT y STC contra la sentencia de la AN, que declaró justificado el despido colectivo. Un espaldarazo a la Empresa que tendrá aún menos reparos en seguir con su dinámica de despidos.
Hubiéramos deseado unidad sindical contra lo que consideramos una inseguridad jurídica, pues las cuentas anuales muestran beneficios tal como indica el voto particular: “No cabe admitir que el resultado de Ericsson España S.A. U varía modificándolo, ajustándolo, añadiendo o minorando ese resultado en las partidas que se consideren necesarias para llegar al resultado que interese en cada caso. […] Si se considera que el resultado de Ericsson España S.A. U. no es el reflejado en las cuentas anuales, se generaría una inseguridad jurídica puesto que las cuentas anuales deben mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.”. La sentencia del Supremo agota la vía colectiva.
Base Imponible
Ericsson defendió los últimos EREs alegando causas económicas, productivas y organizativas. Sin embargo, en CGT creemos que la Empresa nunca entró en pérdidas, luego la causa económica no sería cierta.
Un análisis de las cuentas anuales presentadas por Ericsson España S.A., no solo muestran un resultado creciente de ganancias, sino que el gasto por impuesto ha ido creciendo en los tres últimos años, lo que no se corresponde con una compañía en pérdidas.
Mientras que la Empresa gana cada vez más dinero, los despedidos cada vez tienen peores condiciones.
Más prebendas para el Consejo de Administración y la alta dirección
Mientras la Empresa acometía 3 EREs consecutivos (2015, 2016 y 2017):
- El coste de pólizas de seguro de cobertura por riesgo de fallecimiento y accidentes para el Consejo de Administración se duplicaba año tras año (1 K€ en 2015, 2 K€ en 2016 y 4 K€ en 2017).
- Las obligaciones contraídas en materia de seguros de vida del personal de alta dirección casi se duplicaron, pasando de 6 K€ en 2015 a 11 K€ en 2017. Además, este colectivo no sufrió ningún despido.
Es decir, mientras a los empleados se les despedía y se reducían sus beneficios sociales con la excusa de la difícil situación de la Empresa, a los miembros del Consejo de Administración y la alta dirección se les premiaba.
La excusa de reducir empleados para reducir costes
Como decíamos, la Empresa justifica los EREs como una necesidad de reducir costes salariales, cuando realmente los EREs tienen el propósito de reemplazar empleados.
La gráfica muestra cómo en Ericsson España, tras un ERE donde baja la plantilla, sigue un periodo de contrataciones que termina superando las cifras previas a dicho ERE.
Destacan las incorporaciones tras el ERE 2010 y las cifras de 2017 que, aún con 3 EREs seguidos (2015, 2016 y 2017) están por encima del nº de empleados en 2014.
Tener un trabajo ya no es garantía de salida de la pobreza
Reproducimos a continuación varios fragmentos del Informe anual del Defensor del Pueblo 2017, Volumen I.2 Crisis económica y desigualdad.
“A quien tenga trabajo hoy no se le garantiza que lo tenga mañana, y tampoco que ese trabajo le proporcione la cobertura de sus necesidades básicas, lo que hace que esos ciudadanos vivan en un estado de constante ansiedad.”
“[…] abundan las situaciones en las que los problemas que afectan a la gente se encuentran fuera de la agenda política de los gobernantes, sin que tampoco entren a formar parte […] de las estrategias de quienes están en la oposición”
“La realidad […] está plagada de miedo, de carencias y de precariedad, y que nos hemos acostumbrado a tan lamentable situación. Así lo atestiguan los despidos individuales o colectivos, las rebajas de salarios, la sustitución de mano de obra fija y con experiencia por otra más barata y precaria, unido a la asunción de más tareas por parte de los mismos trabajadores.”
La situación en Ericsson no escapa a lo denunciado por el Defensor del Pueblo. Los recientes EREs se han orientado a precarizar el empleo, reemplazando empleados con experiencia por otros más baratos o subcontratados y sobrecargando de trabajo a los que no son despedidos. Esto es posible gracias a una legislación que favorece claramente al empresario frente a los trabajadores.