Despidos

Despidos en Digital Services

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El foco está en Digital Services y no descartamos que de aquí a fin de año se produzcan nuevos despidos. La compañía ha avisado a personas de áreas concretas para que intenten moverse a otras unidades, pero es una tarea complicada sin tiempo ni un plan de formación adecuado.

Parece no existir ni visión global ni voluntad en Ericsson para planificar con tiempo acciones formativas que faciliten las rotaciones y eviten los despidos, llegando incluso a ejecutarlos mientras se solicita ayuda a la plantilla para nuevas contrataciones.

El CE de TS está llevando a cabo diferentes acciones de repulsa ante esta política y en solidaridad con nuestros compañeros afectados.

70 personas menos en un año

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La plantilla total del grupo Ericsson en España sigue adelgazando lentamente. Entre el 30 de junio de 2018 y el 30 de junio de 2019, se redujo en 70 personas.

EEM es la empresa que se ha llevado el grueso de los recortes, con 68 trabajadores menos, en su mayoría debidos a la venta de MediaKind, así como al goteo de despidos puntuales desde el año pasado.

ENI pierde 5 personas mientras que EXM aumenta ligeramente la plantilla con un balance neto de 3 trabajadores.

Los despidos alcanzan a I+D

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Si Ericsson ya usó el CoBe (Code of Business Ethics) como motivo de despido, esta vez una mala valoración de desempeño por bajo rendimiento sirve de excusa para echar a una compañera de I+D.

La Empresa ha abierto un nuevo camino para el despido: la Valoración de Desempeño. Recomendamos no asumir dicha evaluación cuando la consideréis inmerecida, reclamando a través del protocolo existente y ayudando a terminar con este sistema injusto.

Y es que es fácil culpar a un trabajador cuando se le asigna una tarea para la que no se le ha preparado, no se le facilitan medios para adaptarse y hasta se le pide que él mismo elabore su plan de mejora.

¿Dónde está la responsabilidad del manager? El manager debe lograr de sus empleados lo mejor según su capacitación. No vale con asignar tareas sin pensar en la capacidad y formación de los trabajadores y, a continuación, despedir al que no cumpla las expectativas. El despido de un trabajador, salvo casos excepcionales, es un fracaso del propio manager.

Por eso CGT ha entregado una carta a RRHH pidiendo que se depuren responsabilidades, y argumentando la solicitud de la destitución del manager directo por dejadez de funciones.

Continúa la sangría de despidos

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La Empresa ha vuelto a tomar el camino “fácil”, despidiendo el 30 de abril a tres compañeros de EEM en TS, alegando causas organizativas y de producción.

Sin embargo, buscando en la aplicación de vacantes internas ese mismo día, aparecen 29 posiciones abiertas en España. ¿Tan difícil es formar y reconvertir a probados profesionales para desempeñar otras actividades técnicas y ocupar alguna de esas vacantes?

En nuestra opinión, Ericsson está adaptando su política de despidos a la nueva situación de bonanza económica, despidiendo selectivamente a trabajadores en lugar de acometer un nuevo ERE que deterioraría aún más su imagen y podría ser rechazado por la justicia al no concurrir razones económicas.

CGT defiende la búsqueda de alternativas que eviten los despidos forzosos.

El Supremo desestima el recurso contra el ERE 2017

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La Sala de lo Social del Tribunal Supremo dictó sentencia por el recurso de casación interpuesto por CGT y STC contra la sentencia de la AN, que declaró justificado el despido colectivo. Un espaldarazo a la Empresa que tendrá aún menos reparos en seguir con su dinámica de despidos.

Hubiéramos deseado unidad sindical contra lo que consideramos una inseguridad jurídica, pues las cuentas anuales muestran beneficios tal como indica el voto particular: “No cabe admitir que el resultado de Ericsson España S.A. U varía modificándolo, ajustándolo, añadiendo o minorando ese resultado en las partidas que se consideren necesarias para llegar al resultado que interese en cada caso. […] Si se considera que el resultado de Ericsson España S.A. U. no es el reflejado en las cuentas anuales, se generaría una inseguridad jurídica puesto que las cuentas anuales deben mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.”. La sentencia del Supremo agota la vía colectiva.