Nota 220: El ERE 2015 llega a su fin

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El ERE 2015 llega a su fin

La implementación del ERE asociado al Profitability+, que empezó a ejecutarse en junio de 2015, está llegando a su fin. Con las próximas salidas de ITTE terminará un largo y complejo camino que merece una pequeña reflexión.

La empresa estableció una cifra inicial de 250 afectados por el ERE y contrató al bufete Sagardoy, especialista en este tipo de procesos, para liderar la negociación en su nombre. La negociación fue difícil ya que la empresa consumió gran parte del mes disponible (correspondiente a los 30 días del periodo de consultas que marca la ley para empresas con 50 o más trabajadores) en presentaciones informativas sin propuestas prácticas sobre cómo manejar los despidos. A medida que el tiempo se acababa, se incrementó considerablemente la presión sobre los representantes sindicales con el conocido resultado de la firma de un pseudo-acuerdo en minoría y el consiguiente malestar general en la plantilla.

Con el pseudo-acuerdo en minoría la empresa pretendía justificar la ejecución de un ERE impuesto desde Suecia y con causas más que dudosas, pero CGT y STC interpusieron una demanda de nulidad. En el juicio correspondiente se llegó a un acuerdo judicial por el cual se ampliaba la voluntariedad a toda la empresa y se alargaba el periodo de ejecución del ERE para facilitar rotaciones. Además se acordó un sistema de control por el que la empresa debía justificar cada persona despedida asegurando que la voluntariedad realmente se respetaba sin vetos injustificados.

Se ha criticado que estas medidas eran de poco calado, así que quizás haya que preguntarse ¿han servido para algo? En este caso sólo podemos acudir a los datos que nos dicen, objetivamente, que en la primera fase del ERE, ejecutada sobre lo recogido en el acuerdo en minoría, 26 compañeros tuvieron que salir de la empresa contra su voluntad. En las fases posteriores, al amparo del acuerdo alcanzado en los tribunales, no ha habido ningún despedido forzoso más.

La cifra final de compañeros afectados, incluyendo los 15 del área de ITTE, es de 134, muy lejos de aquellos 250 con los que empezamos a hablar. Desde CGT siempre consideramos que esa cifra era arbitraria y muy por encima de las necesidades reales. El tiempo y un acuerdo alcanzado con gran esfuerzo en los tribunales nos han dado la razón.

Para concluir, en CGT opinamos que 26 personas son un alto peaje para un ERE que podía haberse realizado con cero despedidos forzosos. Nos resulta difícil entender que una empresa con alrededor de 3000 empleados no haya podido hacer más para recolocarlas. Esta actitud es especialmente sangrante cuando la mayoría de los trabajadores despedidos han sido reemplazados, por consultores o nuevas contrataciones, sin tenerse en cuenta la preferencia de reingreso (también acordada en los tribunales) de los compañeros despedidos de manera forzosa.

Entre todos podemos evitar más despidos forzosos. Desde CGT seguiremos luchando por acuerdos con cero despedidos forzosos, proponiendo alternativas viables y denunciando si la empresa no respeta los derechos de los empleados.

Juntos contra la presión empresarial

 

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